Ago. 2021 | Blog | Automatización, Data, Data-driven, Rendimiento

La llegada del Covid lo cambió todo, transformando la realidad en muchos aspectos, desde la forma en que se relacionan los seres humanos hasta los patrones de consumo. Y claro está, también ha afectado el funcionamiento de las empresas, que han tenido que hacer frente a numerosos cambios y adaptarse a diferentes formas de trabajo online y a distancia. Es por ello por lo que el análisis de datos internos, o data-driven, va a adquirir un papel crucial en estos tiempos post-Covid.

Después de una etapa difícil con la llegada de la pandemia, las empresas quieren volver a la normalidad, pero la realidad es que el paso del coronavirus ha dejado un panorama económico plagado de muchas dudas aún por resolver.

Mientras se va vislumbrando cuál será esa nueva realidad, y, sobre todo, cómo será para los empresarios, la actualidad pasa por emplear la tecnología para tratar de salir de la crisis de la mejor manera posible. Aquellas compañías y negocios que sean mucho más precisos en sus acciones serán las mejor posicionadas de cara al futuro.

El data-driven es ideal para que las empresas puedan seguir manteniendo sus rendimientos para, de ese modo, aprender a optimizar sus recursos. Algo clave en un panorama como el actual, en el que ha podido haber pérdidas y un debilitamiento del rendimiento y del talento.

Conocer los entresijos internos, el rendimiento de cada aplicación y metodología de trabajo, y las características de los diferentes organigramas que conforman una empresa va a resultar clave para el futuro.  Además de esto, los datos que ofrece el data-driven contribuye a la evolución del negocio, ya que ayuda a evaluar con acierto cualquier tipo de proyecto o de iniciativa con los clientes o proveedores.

Obteniendo esta información y, sobre todo, comprendiéndola adecuadamente, se podrán tomar las decisiones acertadas y repartir y optimizar recursos para mejorar el rendimiento. El análisis a conciencia puede ayudar a tomar decisiones vitales, como, por ejemplo, prescindir de determinados recursos sin que el proyecto en general se vea afectado.

La realidad es que el sector empresarial se va a enfrentar a numerosos retos en los próximos meses, dado que, por un lado, se tendrán que adaptar a las nuevas formas de trabajar que se han impuesto, como el teletrabajo, así como a los nuevos hábitos de consumo de los clientes y proveedores.

Es aquí donde entra en juego el data-driven, que puede ayudar en diferentes campos, ya que aporta datos que resultan clave para identificar posibles inconvenientes en distintos escenarios. Dicha recopilación de información se puede compartir también de forma interna para, de ese modo, encontrar una solución colectiva y afrontar cualquier tipo de problema o de reasignación de recursos.

Lo que sí que ha quedado claro con esta crisis es que aquellos negocios, agrupaciones, empresas o instituciones con mayor capacidad para automatizar sus procesos, son las que mejor paradas saldrán de todo este momento de incertidumbre. ¿Por qué? Porque, gracias a la información facilitada por el data-driven, estarán más capacitadas cuando lleguen los momentos en que haya que tomar decisiones importantes.